domingo, 29 de mayo de 2022

De acuerdo con datos del INEGI, 4 millones 869 mil 45 personas trabajadoras pertenecían a un sindicato en el primer trimestre de 2022 y a partir de este sexenio y con la entrada en vigor de la Reforma Laboral, el crecimiento en la tasa de sindicalización ha sido constante

 

Plataforma   Laboral

+Hay en el país menos de 5 millones  de sindicalizados

+El IMSS por entornos laborales seguros y seguros

+Movilización social en Morelos contra mina canadiense

Armando Téllez Flores


De acuerdo con datos del INEGI, 4 millones 869 mil 45 personas trabajadoras pertenecían a un sindicato en el primer trimestre de 2022 y a partir de este sexenio y con la entrada en vigor de la Reforma Laboral, el crecimiento en la tasa de sindicalización ha sido constante
La Secretaria del Trabajo y  Previsión Social señaló que el número de trabajadores que pertenecían a un sindicato en el primer trimestre de 2022 se ubicó en 4 millones 869 mil 45 personas, de acuerdo con cálculos de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), basado en datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esto se compara con las 4 millones 336 mil 688 personas sindicalizadas en 2018.

Desde 2005 cuando empezó el levantamiento de la encuesta y hasta el 2018, el porcentaje de trabajadores subordinados que dijo pertenecer a un sindicato disminuyó de manera constante desde casi el 17% hasta 12%.

Sin embargo, a partir de 2019, cuando entró en operación la reforma laboral, que entre sus objetivos regresa el poder de decisión de las principales actividades de un sindicato a sus trabajadores, se detuvo la caída y la tasa de sindicalización ha aumentado consistentemente hasta el 13.1% en 2021 y 12.7% en 2022.

Es importante destacar que la reforma fortalece el poder de negociación de los trabajadores, estableció las constancias de representatividad, donde un sindicato requiere al menos el apoyo del 30% de los trabajadores, donde los contratos colectivos y sus revisiones contractuales deben ser avaladas por los mismos, y sus procesos de elección se dan por vía del voto personal, libre, directo y secreto.

Año     Tasa de sindicalización

2005     16.8%

2006    16.8%

2007     16.7%

2008      15.6%

2009       15.3%

2010       14.5%

2011       14.7%

2012        14.0%

2013        13.8%

2014        13.6%

2015        13.1%

2016        12.7%

2017        12.5%

2018        12.0%

2019         12.4%

2020         12.4%

2021         13.1%

2022          12.7%

Como porcentaje de los trabajadores subordinados y remunerados

Fuente: Cálculos de Conasami para los trimestres en que se levantó el cuestionario ampliado de la ENOE y ENOE N de INEGI 

EL IMSS YA POR ENTORNOS LABORALES MAS SEGUROS  

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) habilitó en la plataforma digital CLIMSS cursos sobre Salud en el Trabajo, vinculados al programa Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA), con el propósito de apoyar a las empresas a mejorar la productividad e implementar estrategias para cuidar la salud, seguridad y bienestar de las personas trabajadoras.

Los cursos de la plataforma https://climss.imss.gob.mx son gratuitos y permiten a los interesados capacitarse para mejorar su salud, la de su familia y contar con un entorno laboral óptimo que les permita desempeñar con mayor calidad y eficiencia las actividades en el centro de trabajo.

Los cursos que se ofrecen sobre el programa ELSSA son:

1.- Prevención de accidentes de trabajo en mano y tobillo.

2.- Prevención de trastornos músculo esqueléticos en la espalda.

3.- Vigilancia de Salud en el Trabajo.

4.- Prevención de enfermedades de trabajo relacionadas con factores de riesgo psicosociales en el trabajo.

Los trabajadores que formen parte de esta capacitación adquirirán conocimientos para establecer una nueva cultura de prevención y promoción de la salud en los centros de trabajo.

El IMSS hizo un llamado a los patrones a sensibilizar al personal a su cargo a registrarse en los cursos CLIMSS, ya que la salud de los trabajadores favorece la calidad y productividad de las empresas.

Los cursos son virtuales, una vez inscritos las personas deciden cuándo lo inician, qué tiempo de estudio le dedican y en qué momento lo terminan. Los cursos ELSSA en CLIMSS están disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año.

MOVILIZACIÓN SOCIAL EN MORELOS HA EVITADO CONTINUAR PROYECTO MINERO CANADIENSE

El conflicto por el proyecto de la Mina Esperanza en Tetlama, Morelos, se encuentra en una situación compleja porque la empresa canadiense Alamos Gold Inc. pretende continuar con el plan de explotación que fue rechazado por la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) en 2013, coinciden la doctora Aleida Azamar Alonso y el maestro Juan Hipólito Esteban, investigadora y egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), respectivamente.

La académica del Departamento de Producción Económica y el egresado de la Maestría en Sociedades Sustentables de la Unidad Xochimilco destacan la resistencia social y los logros de la población para detener las actividades del proyecto minero en el ensayo Organización colectiva en Morelos frente a la amenaza socio-ambiental del proyecto Mina Esperanza.

El texto, que forma parte del libro Minería en México: panorama social, ambiental y económico, editado por la Unidad Xochimilco de la UAM y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), aborda el papel de los actores principales, las acciones y sus demandas e incorpora la relevancia de la zona arqueológica de Xochicalco por su valor cultural, económico y académico para el estado.

El territorio concesionado a la empresa se ubica en el municipio de Temixco, con planes para extraer oro y plata mediante el proceso de tajo a cielo abierto, aunque otras concesiones abarcan parte de los municipios de Cuernavaca, Miacatlán y Xochitepec, puntualizan los autores.

La futura mina llevaría por nombre “Cerro El Jumil”, cuya área es parte de las tierras comunales de San Agustín Tetlama, a dos kilómetros de la zona arqueológica de Xochicalco e incluye alrededor de 2.2 kilómetros del río Los Sabinos. La extracción tendría una vida útil de 15 años, utilizando tan sólo cinco años para la extracción y desarrollo del tajo, aunque podría extenderse dependiendo de los resultados.

La Semarnat negó el permiso de explotación porque el proyecto causaría impactos ambientales de efecto prolongado por las características del minado a cielo abierto.

La extracción provocaría deforestación, erosión y modificación topográfica y transformaría el territorio afectando los biomas locales y los ciclos naturales de migración de especies animales.

Además, ocasionaría alerta de contaminación de suelos y de recursos hídricos superficiales y subterráneos, debido a la filtración de químicos, residuos y otras sustancias al subsuelo, lo que dañaría la capacidad productiva en materia agrícola y la calidad del agua.

Todo ello sin considerar el riesgo que implica el uso de explosivos para abrir los boquetes en el suelo, pues los gases desprendidos durante y después de la explosión degradarían la calidad del aire y la salud de los habitantes, de la flora y la fauna en la región.

El organismo gubernamental arguye que con la explotación aumentarían los niveles de ruido y vibraciones que desestabilizarían el suelo dañando viviendas y reduciría la vegetación, en tanto que el proceso de lixiviación utiliza cianuro de sodio, el cual, mediante escurrimientos y derrames afectaría el acuífero de Cuernavaca.

Los autores indican que “durante estas décadas de exploración y transición del proyecto se comenzó a gestar la desconfianza y rechazo colectivo en la zona y en 2006 empezaron los brotes de oposición hacia la empresa cuando los pobladores de la comunidad de San Agustín Tetlama se enteraron que los trabajos que se estaban realizando serían utilizados para instalar una mina”.

Ante ello, una parte importante de la comunidad no estuvo de acuerdo con el proyecto, decidieron dejar sus empleos y retiraron el apoyo a la empresa, “al considerar que era más importante la vida que el oro.”

Si bien esa situación no escaló y el conflicto no salió de la comunidad, sí rompió el tejido social, dando inicio a una respuesta social para evitar la instalación de la mina.

El proyecto también representaba daños a la salud de los habitantes y de los ecosistemas por las columnas de polvo del explosivo utilizado y metales pesados, además que “la minera provoca el deterioro del tejido social y es una forma de colonialismo, al expoliar a la nación para el beneficio de empresas privadas mayoritariamente extranjeras en detrimento de la ciudadanía”….

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