Plataforma Laboral
+Estados dejan ir 79 mil millones por no cobrar tenencia
+El Estado Mayor no ha desaparecido solo está en receso
+Impuestos contra la recuperación COPARMEX CVDMX
Armando Téllez Flores
La desaparición del cobro de tenencia en 17 entidades ha
implicado una pérdida potencial de 79,809 millones de pesos para los gobiernos
estatales, presupuesto que podría emplearse en duplicar la inversión de los
estados en infraestructura o en ampliar hasta 10 veces más el gasto estatal en
seguridad pública.
A partir de 2012, el cobro de tenencia es determinado y recaudado exclusivamente por los gobiernos estatales. Con el cambio de potestades (de un impuesto mixto federal-estatal a uno sólo estatal) se esperaba que las entidades se interesaran en cobrar la tenencia y eventualmente fortalecieran dicha recaudación, pero no ha sido así.
Para 2012, 26
entidades federativas tenían integrado en su legislación el impuesto sobre la
tenencia, pero con el paso del tiempo algunas lo han derogado y otras lo han
mantenido, aunque otorgando amplias exenciones y subsidios. Para 2019, sólo 15
estados tenían vigente el cobro de tenencia.
Como consecuencia la
independencia fiscal de los gobiernos estatales ha avanzado de forma muy lenta
en los últimos años. El promedio de ingresos propios en relación con los
ingresos totales de los estados se incrementó de 8.2% en 2010 a sólo 10.6% en
2019.
Los estados han desaprovechado el impulso de un mayor parque
vehicular: si bien en 19 estados el mayor número de autos empujó al alza los
ingresos vehiculares, sólo en cuatro la tasa de crecimiento de la recaudación
de impuestos vehiculares fue superior al crecimiento del parque vehicular:
Puebla, Coahuila, Durango y Baja California Sur.
Por el contrario, en 13 estados –Ciudad de México, Jalisco,
Guerrero, Quintana Roo, Yucatán, Sonora, Tlaxcala, Baja California, Morelos,
Aguascalientes, Campeche, Chiapas y Guanajuato– presentaron pérdidas en su
recaudación, pese a su mayor parque vehicular; es decir, desperdiciaron por
completo el ‘empuje de los autos’ para fortalecer su recaudación y mejorar su
independencia fiscal.
En suma, a pesar de que el ingreso vehicular de los estados
en el agregado aumentó durante el régimen estatal, el crecimiento de tal
ingreso se rezagó frente al crecimiento del parque vehicular. Detrás de esta
desaceleración se observa una caída en el cobro de tenencia de 16.9%,
compensada en parte por un aumento de 163% en el refrendo y 4.8% más cobro de
otros derechos vehiculares.
Identificamos que 23 entidades federativas compensaron parte
de su menor recaudación de tenencia por vehículo con más refrendo y otros
derechos en distintas magnitudes: Puebla, Zacatecas, y Coahuila, lo hicieron en
más del 100% es decir, su aumento de refrendo y otros derechos superó lo
perdido por menor cobro de tenencia. Durango, Baja California Sur, Chihuahua,
Hidalgo y el Estado de México compensaron más de la mitad, y Querétaro, Nuevo
León, Veracruz más del 20%.
Con este estudio México Evalúa demuestra que el impuesto a
la tenencia es una opción para aumentar la independencia fiscal de los estados
y hace una llamado a recuperar la capacidad tributaria estatal.
De lograrse una coordinación entre Federación y estados que
desemboque en el restablecimiento de la tendencia, y partiendo del parque
vehicular de 2019, México Evalúa estima un potencial recaudatorio de ingresos
vehiculares de 129,853 millones de pesos, un 159% (79,809 mdp) adicional a lo
obtenido en 2019 (50,044 mdp).
Asimismo, la independencia fiscal –el porcentaje de recursos
propios de los estados frente al total que incluye las transferencias
federales– aumentaría de 10.8% a 14.9% dándole a los estados mayor capacidad
para atender sus retos económicos y sociales particulares.
27 estados podrían moderar
su cobro de refrendo, lo que mejoraría el registro vehicular. Otros 19
podrían moderar su cobro de otros
derechos vehiculares, al mismo tiempo en que recuperan su cobro de tenencia,
haciendo más justo el cobro de los ingresos vehiculares. Esto promueve la
recaudación vía un impuesto patrimonial, por ende progresivo como la tenencia y
controlando las cuotas, como el refrendo, que resultan regresivas.
Pagar la tenencia sale caro, pero sale más caro no hacerlo….
EL ESTADO MAYOR PRESIDENCIAL NO DESAPARECIÓ; SÓLO ESTÁ “EN
RECESO”
Lo anunció en noviembre de 2016 como parte de su Proyecto
Alternativo de Nación. Lo repitió decenas de veces antes y durante su campaña
política. Una vez ganada la elección presidencial de 2018, lo enlistó en el
número 62 de sus 100 compromisos de gobierno.
Ya como presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador
reiteró lo que había machacado en incontables ocasiones: el Estado Mayor Presidencial
(EMP), ese cuerpo de élite militar que desde 1942 se encargaba de la seguridad
y de cuidar hasta la respiración del presidente y su familia, se extinguiría.
Las razones para desaparecer a ese cuerpo militar eran,
básicamente, tres:
1) Resultaba altamente costoso para las finanzas públicas.
2) El presidente no necesitaba de seguridad especial porque
el pueblo sería quien lo cuidaría.
3) El Estado Mayor Presidencial había conspirado y
participado en operativos contra el pueblo, como el del 2 de octubre de 1968 en
Tlatelolco, en cuya masacre desempeñó un papel principal.
Tres años después, una investigación de Mexicanos contra la
Corrupción y la Impunidad en alianza con Fábrica de Periodismo documenta que no
es así: el Estado Mayor Presidencial, con sus más 8 mil elementos incluidos, no
ha desaparecido. Se encuentra en una categoría especial conocida en el medio
militar como “en receso”.
Legalmente, el Estado Mayor Presidencial, a cuyos
integrantes se les conoce en la jerga del ejército como los militares de
terciopelo, no se extinguió.
Es más, desde octubre del 2019 la iniciativa de reformas a
la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos se encuentra “congelada”
por “razones políticas” en la Cámara de Diputados, a pesar de que el grupo de
legisladores de Morena contaba y cuenta con los votos necesarios para aprobarla
en cuanto lo desee. Pero no ha querido.
PROPUESTA DE NUEVOS IMPUESTOS, CONTRARIA A LA REACTIVACIÓN
ECONÓMICA Y LA CREACIÓN DE EMPLEOS: COPARMEX CDMX
El Centro Empresarial de la Ciudad de México manifiesta su profunda
preocupación y rechazo por las propuestas de nuevos impuestos que se incluyen
en la normatividad de posibles ingresos para el año 2022, mismas que fueron
enviadas por el Gobierno de la Ciudad al Congreso capitalino.
Los posibles nuevos impuestos se incluyen en diversas
modificaciones al Código Fiscal:
1) Reforma al artículo 164, que propone reformar el párrafo
tercero para ampliar el cobro del impuesto sobre hospedaje y establecer
obligación solidaria a los propietarios de inmuebles para incentivar el pago de
dicho impuesto;
2) Modificación al artículo 307 TER, que crea un nuevo
impuesto sobre los servicios de entrega gestionados a través de plataformas
tecnológicas; y
3) Reformar el artículo 134 para imponer un impuesto a
actividades, actos, eventos o exhibiciones artísticas, musicales, deportivas,
taurinas, cinematográficas, teatrales o culturales de forma digital.
COPARMEX Ciudad de México señala al respecto que las
mencionadas propuestas de nuevos impuestos son inoportunas, en sentido contrario
al espíritu de reactivación económica e incoherentes respecto de los propósitos
expresados por el propio gobierno de la ciudad en favor del empleo y la
actividad productiva.
Parece que su prioridad es la recaudación y no la
reactivación.
De aplicarse, serán un nuevo freno a la incipiente y lenta
recuperación de los empleos y de la actividad productiva en la Ciudad, que
muestra graves rezagos con lo que ocurre en el país. Por ejemplo, hace solo una
semana, el INEGI daba cuenta de como la Ciudad de México se ubica entre las dos
peores entidades en las tasas de ocupación de la Población Económicamente
Activa.
Sobre los posibles nuevos impuestos a continuación se
explica su problemática:
1) Sobre el artículo 164 que propone ampliar el cobro del
impuesto sobre hospedaje y establecer obligación solidaria a los propietarios
de inmuebles, señalamos que la actividad turística y de hospedaje ha sido una
de las que más sufrieron las medidas de confinamiento derivadas de la pandemia
por Covid-19.
Al mes de agosto del presente año, el promedio de ocupación
para la Ciudad era de 27%, muy por debajo de los niveles del 70 por ciento
previo a la pandemia. Esto provocó una baja en la recaudación del impuesto a
niveles inferiores a la mitad de lo que se recaudó en 2018 y 2019; además, los
empleos formales en el sector de alojamiento temporal en la etapa prepandemia
eran de 37 mil empleos, mientras al mes de octubre se tienen 26 mil, es decir,
falta por recuperar 30% de los empleos formales que se perdieron en este
sector.
Por tanto, la propuesta que recientemente hizo COPARMEX
CDMX, al contrario, busca eliminar el impuesto al hospedaje durante el año
2022, teniendo un impacto en la pérdida de recaudación de 345 millones de pesos
aproximadamente, pero compensado con la recuperación de los empleos formales,
producto de campañas y el establecimiento del impuesto al año siguiente.
2) Sobre la modificación al artículo 307 TER, que crea un
nuevo impuesto sobre los servicios de entrega gestionados a través de
plataformas tecnológicas, señalamos que el sector de preparación y servicio de
alimentos tenía una ocupación de 156 mil empleos formales antes de la pandemia
y que, como consecuencia de la misma, se perdieron 49 mil empleos de dicho
sector a marzo del presente año; esto implicó una pérdida de 32% de los empleos
generados en esta actividad.
Actualmente, muchos de los empleos recuperados se han dado
gracias a la innovación por el uso de las plataformas tecnológicas, a través de
las cuales, personas se han empleado en establecimientos pequeños y medianos,
que han emprendido como proyectos personales o familiares para sobrevivir. Este
impuesto es contrario al bienestar de las familias de la Capital.
3) En cuanto a la reforma al artículo 134 que impone un
impuesto a actividades artísticas, culturales, deportivas y de espectáculos, de
igual forma, antes de la pandemia, los servicios recreativos y de esparcimiento
ocupaban a 58 mil empleados formales registrados ante el IMSS y al mes de marzo
de 2021, se perdieron casi 14 mil empleos en dicho sector, esto es una pérdida
de casi la cuarta parte de los empleos ocupado.
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