Plataforma Laboral
+Crónica de una cancelación: CTM
+A la basura miles de millones de pesos
+Se ponen en riesgo 46 mil empleos
Armando Téllez Flores
Con la participación de 1 millón 67 mil 859 personas (0.8
por ciento de la población), el futuro Gobierno determinó que el proyecto de
Texcoco será cancelado, y en su lugar se construirán dos pistas en la base
militar de Santa Lucía al tiempo que las operaciones se alternan con el actual
Aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM).
De acuerdo con los conteos, 310 mil 463 votos fueron por
continuar el aeropuerto de Texcoco (29 por ciento) contra 747 mil a favor de Santa
Lucía (69 por ciento); mientras que 2 mil 722 se anularon. El Presidente electo
Andrés Manuel López Obrador informó el resultado. A partir de ese momento,
diversidad de opiniones se han generado:
Enrique Peña Nieto, Presidente de México: “Ante el anuncio realizado,
quisiera fijar con toda claridad la posición del Gobierno de la república, con
referencia al alcance de estas decisiones, de concretarse después o a partir
del 1º de diciembre, en el que tomará la estafeta en el Gobierno, el Gobierno
electo de nuestro país.
“A fin de no afectar, ni dejar de cumplir las condiciones
establecidas, los bonos que se emitieron para el financiamiento de este
proyecto, durante la actual Administración, es decir de aquí al 30 de
noviembre, no se realizará modificación alguna, ni a la concesión, ni a la
ejecución del proyecto del nuevo aeropuerto.
“De mantenerse la decisión de cancelar la obra, a partir del
1º de diciembre, el próximo Gobierno tendrá que hacer frente al pago de
compromisos, los cuales, probablemente requerirán el uso de recursos fiscales
adicionales al impuesto que pagan los usuarios del aeropuerto, el TUA.
“El Gobierno de la República será respetuoso de las
decisiones que, en ejercicio de sus atribuciones, le correspondan a la próxima administración; y continuará hasta el 30 de
noviembre, llevando un proceso de transición cordial y respetuoso”.
Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial
(CCE), señaló que la cancelación de la obra podría significar entre 100 y 120
mil millones de pesos, lo que incluye 40 mil millones por liquidación de los
contratos vigentes.
Dinero “que se tirará a la basura sin ningún objeto”. En lo
laboral, se pone en riesgo a alrededor de 46 mil empleos tanto directos como indirectos.
“No es canjeable una obra por otra. Una obra nueva significa
una licitación nueva. También hay que liquidar los bonos de la gente que invirtió,
no sólo son los contratos, sino que hay gente que invirtió y se le garantizó un
rendimiento”.
Y añadió que “la decisión envía un mensaje grave de
incertidumbre a los mercados internacionales, a los inversionistas y a todos
los ciudadanos, al incumplir compromisos del Estado mexicano y quebrar el marco
jurídico vigente”.
Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, indicó que con
esta decisión “pierde el futuro del país” y López Obrador “contraria a los tres
postulados éticos que ofreció: no mentir, no traicionar y no robar”.
“Lamentamos que no cumpla su palabra. Miente quien primero nos
dijo que la obra se podría concluir con recursos privados y hoy ha cambiado de
parecer. Reprobamos que hoy se haya realizado una consulta amañada, esto es una
traición a la democracia. Y desde luego, condenamos el despilfarro de recursos
públicos invertidos, esto es un robo al patrimonio de todos”.
Alejandro Ramírez Hernández, presidente del Consejo Mexicano
de Negocios, mencionó que “la consulta careció de representatividad, transparencia,
rigor metodológico y representatividad e imparcialidad.
Nos parece lamentable que se utilice para cancelar el
proyecto de infraestructura más importante del país, decisión que debiera
tomarse basado en análisis de expertos y no de ciudadanos que carecemos de conocimiento
en temas de gran complejidad”.
Asimismo, comentó el México de nuestro tiempo requiere del trabajo
conjunto y del diálogo permanente entre trabajadores, empresarios y gobierno.
Hoy el diálogo, la actitud y la percepción positiva frente a los retos y
desafíos, no solo es necesaria si no un imperativo ante la agresividad y las
expectativas de la economía global.
Estas decisiones “no abonan a la confianza ni dan
certidumbre. Dos elementos fundamentales para generar crecimiento y empleos en
el país”. Jaime Ruiz Sacristán, titular del Consejo de Administración de la Bolsa
Mexicana de Valores (BMV), afirmó que esperan se garanticen los pagos a las
firmas constructoras y que “lo importante es el hecho de haber cancelado una
obra transexenal que tendría beneficios para la población y ayudaría a la
modernización del país”.
Mónica Flores, de American Chamber (Amcham; asociación
dedicada a promover el comercio entre México y EU), explicó que “la consulta no
constituye un instrumento legal en los términos de la Ley Federal de Consulta
Popular, no cuenta con la representatividad necesaria y por lo tanto no refleja
la voluntad de los mexicanos.
EN LOS MERCADOS
En consecuencia, La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró
su peor nivel desde noviembre del 2016 (cuando el Presidente Trump ganó las
elecciones en Estados Unidos).
Mientras que el peso mexicano se depreció. Previo al
anuncio, el dólar operaba en 19.80
pesos; posteriormente, subió a 20.40 en ventanillas bancarias. Aumentó que inició el jueves de la semana
pasada, el primer día de la consulta, cuando el tipo de cambio alcanzó un nivel
de 19.5465 unidades (un máximo desde inicios de julio).
De acuerdo con analistas, el temor sobre la cancelación del
aeropuerto de Texcoco no es la afectación del proyecto, sino el precedente que se
sienta sobre la toma de decisiones del futuro gobierno.
En concordancia, BBVA Bancomer, el grupo financiero más
grande del país, calificó de mala decisión el que se vaya a cancelar el nuevo aeropuerto.
Eduardo Osuna, director de la institución, señaló que la
cancelación tendrá un impacto en las perspectivas económicas del banco, pues el
tipo de cambio y la inflación tendrán un sesgo al alza; mientras que las
proyecciones de crecimiento serán a la baja.
Habrá incertidumbre en la inversión y en el crédito. A
través de un comunicado, el grupo financiero Citibanamex explicó que la
decisión implica un deterioro significativo macroeconómico; y en particular, es
una señal negativa que se envía a los mercados internacionales.
A su vez, la agencia calificadora Moody’s bajó este lunes la
calificación de los bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM),
y la dejó a un paso del grado especulativo.
La nota de los bonos pasó de “Baa1” a “Baa3”, por lo que
bajaron dos escalones, y quedaron a un escalón del grado especulativo o
“basura”.
Además, la agencia puso la calificación en revisión para una
mayor baja. Por otro lado, a través de la Fibra E (fideicomiso de inversión en infraestructura
y energía), las afores Inbursa, Profuturo, XXI-Banorte y
Pensionissste invirtieron 13 mil 500 millones de pesos en el
proyecto aeroportuario (equivalente al 10 por ciento del total de emisiones de financiamiento).
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro
(Consar) aseguró que las inversiones realizadas por las afores no representan
ni el 1 por ciento del total de activos gestionados por estas administradoras.
Mientras que la Asociación Mexicana de Afores (Amafore)
aseguró que aun con las inversiones realizadas, el dinero de los trabajadores
no corre ningún riesgo…..
(tellezflores@hotmail.com)
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