México, D.F., 18 de agosto de 2014
HONGOS PARA COMBATIR
AL PARÁSITO CAUSANTE DE
LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
·La investigación que
lleva a cabo la doctora Concepción Toriello, muestra que las esporas de los
hongos se adhieren al transmisor y se reproducen provocando su muerte
La Enfermedad de
Chagas constituye un severo problema de salud en áreas rurales de México y
Sudamérica; es causada por la picadura de insectos hematófagos (como las
chinches) infectados con el Trypanosoma cruzi, un parásito intracelular que en
la fase crónica del padecimiento en humanos puede producir daños en el aparato
digestivo, insuficiencia cardiaca e incluso la muerte.
Debido a su alta
prevalencia, diversas universidades e instituciones de salud de nuestro país
han emprendido investigaciones interdisciplinarias a fin de buscar fórmulas
eficientes para la erradicación de este mal. Una de ellas es la investigación
que dirige la doctora Concepción Toriello Nájera, investigadora de la Facultad
de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien
desarrolla un bioinsecticida para combatir a la “chinche besucona” (Triatoma
infestans) insecto transmisor del parásito.
La doctora Toriello,
explicó que existen ciertos tipos de hongos que logran enfermar a insectos,
llamados hongos entomopatógenos. Para desarrollar este bioinsecticida, la
experta, quien tiene a su cargo el laboratorio de investigación de Micología
Básica del Departamento de Microbiología y Parasitología, ha realizado diversas
pruebas en insectos (triatominos) causantes de la enfermedad de Chagas, en sus
diversas etapas de desarrollo, a fin de observar cuál de los hongos es el más
efectivo para infectar y matar a este insecto. La cría de los triatominos de
prueba, se encuentra en el laboratorio de Investigación de Biología de
Parásitos a cargo de la doctora Paz María Salazar, en la misma Facultad de
Medicina, donde su colega Margarita Cabrera y otros colaboradores estudian
específicamente la enfermedad de Chagas.
Después de la
caracterización fenotípica de aproximadamente 50 aislados fúngicos se
seleccionó una cepa de cada una de las siguientes especies: Isaria fumorosea y
Metarhizium anisopliae por su virulencia y elevada producción de esporas, y
para llevar a cabo diversos bioensayos en los diferentes estadios del insecto,
Meccus pallidipennis. “Hasta el momento se ha observado diferentes efectos
dependiendo del estadio del ciclo biológico del insecto”, explicó la
especialista, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
¿Cómo un hongo puede
matar a un insecto?
Las esporas de los
hongos, explicó la micóloga, se adhieren a la cutícula del insecto por contacto
y producen un gancho de penetración para poder insertarse dentro de él. Una vez
ahí, el hongo se reproduce y provoca su muerte.
Pero no todo termina
ahí, pues el hongo continúa reproduciéndose en la superficie del insecto,
esporula –su manera de reproducirse- y las nuevas esporas se diseminan con el
viento, entre otros factores. Las esporas caen o son arrastradas por otros
insectos ocasionando una epidemia entre insectos llamadas epizootias.
“Una vez que se logró
determinar la virulencia de los hongos para los diferentes estadios del
insecto, se seleccionó el hongo con la mayor virulencia, M. anisopliae para el
triatoma transmisor de M. pallidipennis. Este hongo fue seleccionado para la
preparación del bioinsecticida para llevar a cabo pruebas en el campo donde se
encuentra el insecto”, añadió Toriello Nájera.
Además, para las
pruebas de campo se tienen que analizar detenidamente todos los datos de la
población, bajo un estricto control metodológico. El resultado de las mismas
determina los lugares donde se aplica.
Previo al uso del
bioinsecticida se llevaron a cabo diversos estudios de bioseguridad del hongo
de acuerdo con la normatividad mexicana NOM-70SITO-1995, requisito para la
movilización de agentes de control biológico que demuestran su inocuidad para
el hombre, los animales y el ambiente. La investigación que corresponde a la
formulación del hongo para el bioinsecticida se lleva a cabo en colaboración
con el doctor Víctor Hernández Velázquez del Centro de Investigación en
Biotecnología de la Universidad Autónoma de Morelos.
Actualmente, el
bioinsecticida a base de esporas del hongo Metarhizium anisopliae se prueba en
una pequeña población rural de Morelos, en la que se ha demostrado que no sólo
existen las condiciones ambientales para que la dinámica de transmisión de
Trypanosoma cruzi (protozoario causante de la enfermedad de Chagas) se lleve a
cabo, sino que también se ha demostrado la existencia de este en los
triatominos colectados.
Este trabajo se
presenta como una alternativa más avanzada para el control de los triatominos
sobre los insecticidas químicos. El uso de un insecticida biológico que tiene
como ingrediente activo esporas de un hongo entomopatógeno, que mata a los
insectos transmisores de la enfermedad, es además una alternativa
ecológicamente inocua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario